La industria alimentaria es un sector en el que debido a la necesidad de tener ambientes controlados, en general se opta por un hermetismo de salas mediante cerramientos en paneles tipo sándwich, puertas secuenciales y demás. La necesidad de aire frío provoca que en general muchas empresas opten por evaporadores en el interior y la recirculación este aire climatizado.

Las empresas alimentarias, y en especial aquellas salas en las que existe manipulación de alimentos, son sometidas diariamente a limpiezas y desinfecciones exhaustivas. La mayoría de veces éstas se realizan mediante mangueras a presión o vapor, que combinados con los químicos y al hecho de estar efectuándose en un ambiente tan cerrado, provocan neblinas y condensaciones difíciles de desvanecer. Estas neblinas pueden llegar a acumularse y permanecer hasta el arranque del nuevo turno de producción.

Son ya varias las empresas que nos han planteado el problema, y la solución que acordamos es una instalación para provocar un efecto «barrido» de una punta a otra de cada sala. El barrido se consigue mediante una aportación forzada de aire, impulsión, y una captación forzada de aire, extracción.

La aportación de aire normalmente debe tener una serie de particularidades en primer lugar en lo que respecta a la elección de materiales. Deben evitarse las tradicionales rejillas de aluminio o zincados y se tiene que optar por materiales en inoxidable o plásticos tipo policarbonato para poder certificar la instalación al cliente.

Otro de los temas a considerar es la correcta dimensión de las bocas o rejillas de aportación de aire. Es prácticamente imposible encontrar en el mercado un fabricante de rejillas de acero inoxidable graduables de forma comercial como las tradicionales. Además, hay que tener en cuenta que las rejillas precisan secciones normalmente más grandes que las bocas de impulsión tipo policarbonato. Por tanto, optar por rejillas en acero inoxidable queda rápidamente descartado por temas económicos y por sobre dimensionamiento de los conductos o diferentes módulos de captación. Además, en la mayoría de casos se necesita graduar o orientar el aire des de el techo, con particular interés en que este alcance el suelo, y las rejillas tradicionales no son la mejor solución.

En Tallers d’Aspiració nos gusta optar por soluciones ingeniosas, analizar la situación, dimensionar mediante tablas y experiencia, casar opiniones con el cliente y reducir costes mediante la simplificación y la planificación, en ningún caso dando gato por liebre. En estas fotografías pueden apreciar unos módulos de aportación de aire construidos en acero inoxidable AISI 316 en el que acoplamos las bocas inductoras de aire de largo alcance completamente orientables y construidas en policarbonato.

Otra de las particularidades que suelen tener las empresas alimentarias es que normalmente encima de las salas de trabajo se ubican las salas de servicios en dónde están ubicados todos esos materiales que no interesan dentro de las salas pero que son indispensables para el trabajo, por ejemplo, fluorescentes, cables de luz, de gas, conductos, glícol, componentes de los evaporadores, etc. Y es ahí donde normalmente hay que pasar mediante conductos a la sala, o donde hay que ubicar los componentes de la ventilación. Estas salas pueden tener diferentes problemas como son la poca altura o la concentración de otros servicios que la mayoría de veces pueden llegar a complicar las instalaciones severamente. Por eso es primordial dedicar el tiempo necesario a coger medidas adecuadamente y a dimensionar todo el conjunto.

Los filtros deben estar accesibles para su reemplazo y mantenimiento y se debe dar al cliente la certificación para que pueda acreditar que el aire que se inyecta en sala para el efecto barrido está limpio.

Los conductos de impulsión, al no tener aire contaminado o sucio proveniente de la sala, en general se construyen en acero galvanizado. Pero hay que poder prever que se pueden originar condensaciones y que, tal vez, sea necesario aislarlos térmicamente.

Para acabar con la impulsión de aire, es imprescindible un buen sellado de los conductos exteriores y una adaptabilidad a los distintos tipos de tejado.

Aunque en general siempre sea recomendable tener la sala con un poquito de sobrepresión, en las industrias alimentarias hay que tener cuidado de que esta sea bastante equilibrada para no pasar aire a las salas contiguas y para garantizar que las puertas seccionales no se deformen cuando están cerradas.

El mismo problema de las rejillas de aire para impulsión ocurre en las rejillas de captación de aire, para captaciones de mucho caudal de aire, si se instalan rejillas, puede llegar a ocasionar la instalación de mucho conducto, mucha rejilla y los costes se pueden disparar. Además, por otra parte, hay que garantizar que, cuando la extracción esté parada, no accedan insectos o contaminantes des de el exterior. Una opción que ofrecemos des de Tallers d’Aspiració, es la instalación de rejillas tipo mosquiteras, desmontables, acopladas en módulos hechos a medida, con lo que conseguimos reducir los componentes de la extracción, aumentar el rendimiento de los motores, garantizar limpieza y reducir los costes.

En cuanto a los ventiladores de extracción, hay que tener en cuenta el rendimiento pero también minimizar el ruido, en salas cerradas un ventilador helicoidal con motor de menos de 6 polos suele ocasionar grandes ruidos. La descarga de aire debe ser limpia en medida de lo posible.

El conducto de extracción debería ser de acero inoxidable para garantizar su resistencia a la corrosión.

En muchos casos durante las instalacionrs ocurren pequeñas variaciones o imprevistos que Tallers d’Aspiració, con su taller altamente preparado, tanto a nivel de máquinas como de personal, es capaz de solucionar en el mínimo tiempo, dando así una respuesta directa al cliente. Para más información, escríbanos en info@tallersdaspiracio.com o llame al 972.42.08.65 y le atenderemos cordialmente